Aliño:
Preparación.
En esta ocasión, he escogido la remolacha roja, que es la más típica en España. La venden también cocida pero suele tener azúcares añadidos. Yo la compro siempre cruda. Además, me gusta más cruda que cocida.
Si prefieres cocinarla, te recomiendo que lo hagas tú misma y huyas de la comida envasada: para hacerlo, lávalas bien, corta los tallos dejando unos tres centímetros sin cortar, y ponlas en una bandeja apta para horno (tipo pirex). Echa un chorrito de aceite por encima y alguna hierba que tengas a mano como por ejemplo una ramita de romero. Con el horno precalentado, mételas una media hora aproximadamente o hasta que veas que están tiernas.
Pela las Remolachas y pártelas en rodajitas finas. Parte también los rabanitos y las cebollas tiernas en rodajas. Mezcla con los berros y las nueces.
Para el aliño mezcla todos los ingredientes bien. A mí me gusta hacerlo en un bote de conservas. Pongo la tapa y lo agito bien. Es muy cómodo y además puedes preparar el aliño con antelación y dejarlo listo para echar a la ensalada justo antes de tomarla