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¡HASTA SIEMPRE!

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Por: Borja Zausen

Nave María nace en 2017, fruto de las entrañas de una vieja carpintería y un antiguo almacén construidos en los años 70.

Un proyecto que se ha estructurado en torno a dos conceptos fundamentales: La Luz, que nos inunda, nos guía y nos llena de energía y El Sabor de los platos que aquí preparamos.

Nuestro homenaje a la Madre, a la calidez del hogar, a la sencillez de una comida familiar y, sobre todo, al amor.

Hoy, entre sonrisas y lágrimas, decimos adiós. Nos llaman, desde los campos y las tierras, los amaneceres y las montañas.

Al cerrar las puertas de esta casa, nos embriaga un intenso aroma de nostalgia y un ardiente sentimiento de gratitud. Ha sido un viaje increíblemente emocionante. De esos que no se preparan y te llevan donde nunca imaginaste.

Porque, sobre todo, nos hemos dejado llevar.

Soñábamos con que esta casa fuera el refugio de una cocina más consciente y equilibrada pero, casi sin darnos cuenta, se ha convertido en el lugar ideal para la creación y la transformación, la sostenibilidad y las culturas regenerativas, el entendimiento, la colaboración, y la diversidad.

Porque esto ha sido muy, muy diverso…

Por aquí han pasado genios y artistas, filósofos y activistas, ejecutivos, científicos y políticos, modelos y yoguis, influencers, actores, actrices y directoras, productoras y cantantes, bailarinas y literatos, músicos y escritoras, niños y niñas, señores y señoras, damas y caballos, ponys, gallinas, ovejas y un sinfín de ilustres seres vivos, incluyendo un señor con bigote que se quedó a vivir en el barrio.

Se han rodado anuncios, películas, cortometrajes y documentales, series de televisión y se han llevado a cabo todo tipo de producciones fotográficas. Hemos organizado congresos y conferencias, talleres formativos, manifestaciones artísticas y gastro-culturales, banquetes y meriendas, desayunos y cenitas al calor de las velas..

Hemos celebrado la vida, la llegada, la muerte y la despedida. Hemos sido cocina, salón, restaurante y hasta una Cantina Divina….

Cuando se abren las puertas del corazón, ocurren cosas maravillosas.

Porque sabemos que el deseo de luz produce luz.

Siempre hemos querido crecer, pero no como nos dicen que lo hagamos.

No podemos dejar de recordar que lo que nos ha guiado hasta aquí, no ha sido sólo nuestra preocupación por lo que comemos, cómo lo producimos y cómo llega a nuestros platos.

Como pequeña empresa familiar, hemos reducido y neutralizado el impacto de nuestra actividad, porque sabemos que nuestros actos son importantes si queremos mantener el equilibrio de nuestro querido Planeta.

Hemos sido mazo felices y nos vamos con la certeza de haberlo dado todo. Con la sensación de que el espíritu de Nave María seguirá vivo en cada rincón de esta casa. Con la esperanza de haber dejado un buen recuerdo a todos los que habéis pasado por aquí.

Vuestra memoria es nuestro legado.

Gracias a todas las personas que han sido parte de esta travesía.

Gracias por vuestra confianza porque habéis dado sentido a esta loca aventura…

¡Gracias por siete años de luz, sabor y mucho amor!

Desplegamos velas “e la nave va…”

Marta, Cumi y Borja